luces y sombras en la estrategia pública: la experiencia de las universidades públicas andaluzas

Lámpara
Si hay algo en lo que parece que estamos de acuerdo toda la sociedad es que las Administraciones Públicas necesitan evolucionar. El modelo burocrático, como dice Óscar Cortés en su artículo «10 consejos para el éxito de una estrategia pública«, no ha logrado resolver su principal carencia:

el que un excesivo enfoque en las formas -procedimientos- acabe desplazando al verdadero fondo -problema social a resolver-

Esta realidad no es nueva. Hace ya algunos años que se viene observando la necesidad de un enfoque más estratégico. De hecho a todos nos sonará haber oído hablar de Planes Estratégicos en alguna que otra Administración; ¿moda o convicción real de la necesidad de cambiar de enfoque? Tengo mis dudas, porque ahí empiezan las «sombras»: diseñar y aprobar un Plan Estratégico no es cambiar de enfoque. El cambio real vendrá cuando la estrategia que marque el Plan se incardine en la organización. Cuando todos sus miembros actúen en el sentido marcado por los objetivos fijados. Pero claro, esto no es fácil. Como señala Óscar, el cambio debe ser bien gestionado.

Este cambio de enfoque viene pretendiéndose desde hace ya algunos años en las Universidades Públicas Andaluzas. No con todo el éxito que cabría, aunque de forma silenciosa, casi sin darnos cuenta, algo se está consiguiendo avanzar.

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se buscan funcionarios emprendedores

Creo que todos somos conscientes de que la imagen de la Administración Pública, y especialmente de los Funcionarios, está por los suelos. Algunos políticos y medios de comunicación se han encargado en el último año de desprestigiar aún más si cabe la labor del sector público. Pero el punto de partida no era tampoco muy bueno. La cultura burocrática e inmovilista propia de la Administración  ya contaba con el rechazo de la ciudadanía. Sigue leyendo

Salud 2.0 Líneas para una Sanidad Participativa

Yo apoyo el Manifiesto Salud 2.0 Líneas para una Sanidad Participativa.

32 años desde Alma-Ata

De la comunidad que se reunió por primera vez en septiembre 2010 con las primeras dos conferencias sobre Salud 2.0 en Sevilla y Granada, y que se ha vuelto a reunir en el reciente encuentro Salud 2.0 en Abla (Almería) a finales de 2010, surge la iniciativa #salud20Andalucia.

Pero #salud20andalucia se ha convertido en mucho más que en una etiqueta de una aplicación de éxito (Twitter®), #salud20andalucia es el germen visionario de un grupo abierto, colaborativo y entusiasta, donde cada uno aporta su visión como ciudadano y profesional y donde las aportaciones no están limitadas a Andalucía sino que se abren a la comunidad global, con participaciones tanto nacionales como internacionales.

Del ideario colectivo surge este manifiesto.

Los integrantes de este grupo estamos convencidos de que es necesario avanzar hacia un nuevo modelo sociosanitario más sostenible, participativo y democrático, en el que las relaciones entre la ciudadanía, los profesionales y las organizaciones sean necesaria y oportunamente rediseñadas para lograr una sanidad más accesible y cercana.

Pensamos que el concepto Salud 2.0 debe entenderse como un cambio en la cultura organizacional sustentado en una concepción horizontal y colaborativa, frente a la vision tradicional piramidal y jerarquizada.

Las instituciones sanitarias pueden y deben aprovechar el potencial de cambio de este nuevo modelo de salud 2.0 para lo que podrán contar con los profesionales que ya han dado pasos en este sentido.

Sobre estas ideas se redactan estas líneas de trabajo que se convierten así en nuestra propuesta para empezar la renovación de la sanidad siguiendo el modelo que surge de la Web 2.0.

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por qué prefiero una Administración Profesional

Cierro con este post la serie “por qué prefiero una Administración Profesional vs. una Administración Política”. Y lo hago haciendo un pequeño extracto de los tres primeros motivos señalados y añadiendo uno nuevo. Esto, por supuesto, no es más que una opinión personal, no es más que la percepción de un simple ciudadano, aderezada con una pizca de vivencias en mi ámbito. En cierta forma lo que realizo es un ejercicio de extrapolación de las situaciones que vivo a la generalidad de las Administraciones públicas.

Te pongo en situación: trabajo en una Universidad Pública que como todas, está reconocida como Entidad Pública con Personalidad Jurídica Propia. Su plantilla está compuesta por empleados públicos, tanto funcionarios como laborales, recayendo la administración en el personal de administración y servicios (PAS). La estructura orgánica de dirección de las Universidades Públicas se basa en un/a Rector/a y varios Vicerrectorados. La persona que asume el cargo de Rector/a es elegida por sufragio (bien directamente por la comunidad universitaria o bien a través de los representantes de ésta en el Claustro; esto depende de los Estatutos de cada Universidad). Los Vicerrectores o Vicerrectoras son elegidos por el Rector/a. Por tanto, podría decirse que en cierta forma, una Universidad tiene similitudes con un pequeño Ayuntamiento:

  • Rector = Alcalde. La dirige una persona elegida por sufragio (es decir, un político).
  • Vicerrectores = Concejales. Son nombrados directamente por el Rector/Alcalde (normalmente de entre aquéllos que impulsaban la candidatura, es decir, también políticos).
  • PAS = personal del Ayuntamiento. Son mayoritariamente funcionarios seleccionados por oposiciones públicas y organizados en estructuras similares (Servicios, Secciones, Negociados, o sus equivalentes).
  • Comunidad Universitaria = Población del Ayuntamiento. La comunidad universitaria está compuesta por los estudiantes, el profesorado y el PAS, y es, entre otras cosas, quien elige al Rector/a.

No me enrollo más con esto, pero el número de cargos académicos (que como habrás observado, yo considero cargos políticos) puede incrementarse considerablemente (Direcciones Generales, Decanos y Directores de Centros, Directores de Departamentos, Vicedecanos, Subdirectores, etc.), y a todos ellos se le podría buscar su equivalente en otro Entre Público. Se trata sólo de mostrar el parecido en la forma de organizarse y actuar, para así contextualizar mi opinión. Por mi profesión, he tenido que trabajar directamente con más de un Vicerrector y algún que otro Director General. En líneas generales, la capacidad de trabajo y las ideas de los cargos con los que he colaborado es de un nivel muy alto. Pero en algunos casos he notado poca experiencia en la gestión pública, y esto en ocasiones provoca disfunciones.

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por qué prefiero una Administración profesional. motivo 3

Ya he comentado por aquí que los motivos por los que prefiero una Administración profesional vs. una Administración política son:

  • Motivo 1: porque uno de los pilares que sustentan las decisiones de los políticos es la de complacer a sus lobbies.
  • Motivo 2: porque a los políticos les trae sin cuidado los aspectos técnicos de sus decisiones.

Pues bien, hoy le toca el turno al siguiente motivo, que enlaza con el anterior:

  • Motivo 3: los políticos “venden humo”.

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por qué prefiero una Administración profesional. motivo 2

Ya comentaba el otro día cuál era mi primer motivo por el que prefiero una Administración profesional vs. una Administración política: uno de los pilares que sustentan las decisiones de los políticos es la de complacer a sus lobbies.

El siguiente motivo está muy relacionado con el anterior, tanto que podría considerarse una causa del mismo.

Motivo 2: a los políticos les trae sin cuidado los aspectos técnicos de sus decisiones

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por qué prefiero una Administración profesional. motivo 1

Hace unos días Carlos Guadián publicaba el post «sacando el máximo provecho de la Administración» en K-Government, al hilo del publicado por Óscar Cortes en i-públic@. Comentaba yo en aquél post que prefería una Administración Profesional, sin lugar a dudas, aclarando que cuando digo profesional no estoy hablando de una Administración dirigida por profesionales de la gestión, sino con profesionales de la gestión pública al frente. Y es que con el EBEP se ha abierto un debate sobre la profesionalización de la gestión con el que no estoy del todo de acuerdo.
Esbozaba en aquel comentario dos ideas generales sobre las que basaba mi opinión:

  • Por qué prefiero una Administración profesional vs. una Administración política: porque en mi opinión los políticos creen que con tomar una decisión o tener una idea ya está todo hecho. Consecuencia: en ocasiones antes de que se termine de ejecutar un proyecto decidido se toman otras decisiones que afectan al proyecto, cuando no directamente van contra él.
  • Por qué prefiero al frente un profesional público vs. un profesional de la gestión: porque por muy buenos resultados que se hayan conseguido en la gestión privada, no todo es extrapolable al ámbito público… los principios de lo público en muchos casos son opuestos a los intereses privados.

Planteo ahora, con este post, el primer motivo de lo que espero sea una serie de post en los que vaya apuntando situaciones concretas por las que prefiero una Administración profesional.

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