2 años aprendiendo en la blogesfera

Y la cosa sigue de aniversarios. Sigo con mis neuras y no consigo escribir sobre las cosas que de verdad quiero escribir. Pero no podía dejar de celebrar, de conmemorar, mi 2º aniversario por aquí. Han pasado ya dos años desde que me lancé a esto de publicar mis divagaciones. Divagaciones que ya estaban por ahí, en mi cabeza, haciendo eco. Una neurona no da para mucho. Pero me escuchaba a mí mismo.

Dos años aprendiendo, en beta permanente, experimentando. Primero fue Gestión Universitaria 2.0. Después, bajo la misma url decidí cambiar el nombre por funkziona universidad!! Pero seguía sin coger ritmo. Seguía falto de confianza en mí mismo. Me cohibía la url, o al menos eso pensaba. Decidí seguir experimentando dando un giro más personal. Pasé a esta casa, FunkziUni. Más libertad para escribir de lo que me dé la gana. Nada de un blog monotemático. ¿Gestión universitaria? Pues también, pero no sólo.

Ahora son otros los temas que más me entusiasman: administración pública (o más concretamente, open government), productividad personal, universidad y calidad. Estos son los principales asuntos sobre los que me gustaría escribir. Es sobre lo que quiero seguir aprendiendo. Y eso es lo que hago. Las redes sociales, empezando por la blogesfera pública, no paran de facilitarme el aprendizaje. Me siento enganchado y no quiero desengancharme. Me gusta, me entretiene, me divierte, me aumenta.

Creo en la labor de gestión, difusión y ampliación de conocimientos que cumplen los blogs. Eso es lo que me propongo con FunkziUni, mi blog. Aquí pretendo escribir y conversar sobre los temas que me interesan y sobre los que voy aprendiendo. Me sirve para gestionar el conocimiento que voy adquiriendo, pero al mismo tiempo me sirve para difundir aquello que me ha sido útil a mí y que puede serlo también a otros colegas. Pero sobre todo me sirve para ampliar conocimientos, para enriquecerlos con la conversación ya sea dentro de este mismo blog o fuera, en la blogesfera, comentando en otros blogs o conversando a través de Twitter. También, aunque tímidamente, empiezo a descubrir las posibilidades de Linkedin para aumentar[me]. Vale, sí, he omitido Facebook. No lo he olvidado. También estoy por ahí. Pero si algo he aprendido es que la identidad digital hay que gestionarla. No vale estar por estar; de nada sirve. Yo me he planteado utilizar cada una de las redes sociales en las que me meto para un objetivo. Y de momento mi Facebook me lo estoy reservando para un entorno más íntimo, más familiar, más cercano a mi vida 1.0. No tanto para aprender como para mantener el contacto con mi entorno real. Familiares y amigos a los que no veo físicamente tan a menudo como me gustaría, pero con los que puedo compartir mi día a día y saber de ellos. Tarde o temprano todo se irá mezclando, lo sé. Vida real y vida virtual son sólo una. Las fronteras son ficticias. Pero de momento están ahí.

Siento que estamos en un momento crucial. Siento que se está gestando un nuevo modelo de sociedad. Lo siento cuando leo a Julen Iturbe hablando sobre empresa (y economía) abierta. Lo siento cuando observo los avances en open government que está impulsando el Gobierno Vasco, o cuando me corroe la envidia sana por su Plan de Innovación Pública. O cuando leo sobre el Proyecto Compartim de la Generalitat de Catalunya. También cuando a través del Proyecto Aporta se impulsa la apertuda de datos públicos a la que poco a poco se van sumando más Administraciones. La última que conozco el Ayuntamiento de Barcelona, que ha tenido la gentileza de invitarme a la presentación de su proyecto de Apertura de Datos Públicos (OpenData). Siento que esta nueva sociedad comienza a gestarse desde sus cimientos, cambiando la forma en que las personas que la conformamos aprendemos. Así lo siento cuando leo a Dolors Reig. Y señal de que el cambio ha comenzado es que nos preocupamos por nuestra identidad digital, a la que le vamos dando ya tanta importancia (o inexplicablemente incluso más) como a nuestra identidad personal. Pásate por el blog de Jordi Graells y verás el debate que se ha montado en torno a la Privacidad 2.0. Y esto mismo es señal de cambio de la sociedad. Somos capaces de organizarnos, de debatir y llegar a puntos de encuentro a través de las redes sociales. De un post se puede pasar fácilmente a un debate y de éste a un manifiesto colectivo. La sociedad tiene nuevos mecanismos para reivindicar asuntos públicos. Algo parecido está sucediendo con #orgullofunkz… si todo va bien, en breve habrá noticias por aquí. Ya te enterarás de que va.

Gracias por estos dos años. Gracias por todo lo que estoy aprendiendo. Gracias por todo lo que me queda por aprender.